martes, mayo 30, 2006

Tarjetas coleccionables: Dictadores Amistosos

El enlace clave es este, pero la lectura (e incluso comentario) del artículo serían de agradecer...




Primero, un poco de historia.

A principios de los 80, Eclipse Comics era una de las editoriales independientes pioneras de Estados Unidos. La compañía, fundada en 1977 como Eclipse Enterprises por Jan y Dean Mullaney, había publicado una de las primeras novelas gráficas de la historia (Sabre: Slow Fade of an Endangered Species, de Don McGregor y Paul Gulacy, dos meses antes de Contrato con Dios, de Will Eisner), además de ser una de las primeras compañías en ofrecer royalties a los autores. Con el tiempo, incluso publicarían la primera parodia de las Tortugas Ninja (Adolescent Radioactive Black Belt Hamsters, que tiene incluso una fanpage). Lo que se dice una editorial adelantada a su tiempo.

En 1981, la editorial ya tenía una bien ganada fama de tratar temas que las grandes no se atrevían a tocar. En ese año, se incorpora como editora la periodista Catherine Yronwode, que da una vuelta de tuerca más a la política de la compañía, publicando cómics basados en hechos reales con clara intención de denuncia. A partir de estos cómics, surge una serie de colecciones de tarjetas coleccionables (como las típicas tarjetas de jugadores de beisbol que son una institución cultural en los U.S.A.) de temática igualmente política. También en esto fueron los primeros.

Eclipse acabó quebrando a principios de los noventa, siendo sus derechos adquiridos por Todd McFarlane (alias "El Acaparador"). Un listado completo de todas las coleccones de tarjetas que editaron puede encontrarse aquí. En cualquier caso, las que ahora nos interesan son las de cierta colección aparecida en 1990.




Algunos de los aliados más vergonzantes de Estados Unidos.

En 1990, Eclipse lanza al mercado las Friendly Dictators Trading Cards, escritas por Dennis Bernstein y Laura Sydell, e ilustradas por Bill Sienkiewicz (N.B.:una vez en la página hay que hacer clic en la primera imagen para accdeder al índice). Como bien comenta la propia Catherine Yronwode en el texto extractado en la página, por su propia naturaleza son un medio de transmisión de hechos mucho más ingenioso y efectivo que los cómics: "Las tarjetas intercambiables, las tarjetas de deportes, son ya de por sí no ficción (...) Todo está ahí, ante tí. Y [los lectores] no saben cómo rechazarlo, porque está en una tarjeta coleccionable, y si está en una tarjeta coleccionable es verdad". De este modo, Eclipse subvertía a su favor el concepto de las trading cards, empleándolas como vehículo de una realidad histórica no siempre agradable para sus destinatarios (los compradores estadounidenses).

Las 36 tarjetas (una de presentación y 35 dedicadas a los dictadores en sí) son auténticas minas de información sobre dictadores de todo el mundo a los que EE.UU. ha apoyado en algún momento de su historia. A fecha de 1990, muchos de ellos estaban aún en activo y cometiendo todo tipo de tropelías, sucintamente descritas en las tarjetas. Sienkiewicz, por su parte, hace un trabajo estupendo, muchas veces caricaturizando a los personajes que dibuja, como ese Pinochet que baila sobre la tumba de Allende, o Franco como un Sancho Panza cabezón que acompaña al Tío Sam / Don Quijote (a matar molinos judeo-masónicos, supongo). Aunque muchos de los hechos son de sobra conocidos, aterra pensar que el país autoproclamado defensor de la democracia (y de la humanidad, si me apuran) tiene un inmenso historial de apoyo a seres como estos. Un ejemplo: ¿sabían que, pese a la neutralidad de EE.UU. en la guerra civil española, General Motors, Studebaker y Ford no tuvieron ningún impedimento para enviar a las tropas franquistas EL DOBLE de camiones que Hitler y Mussolinni juntos?

Las tarjetas presentan además la ventaja de ser entidades individuales, legibles en cualquier orden, además de presentar un alto grado de interrelación. Según Yronwode, están diseñadas específicamente de esta forma, de modo que "En este contexto tan absurdamente simplista [el de las tarjetas], las complejidades de las bambalinas de la corrupción gubernamentas se ven reducidas a evidentes y claramente descritas traiciones a la confianza popular. Por otra parte, el armazón vírico de las tarjetas 'intercambiables' apoya la idea de que los niños deben extender estos memes". Una idea de una potencia asombrosa, pero de una sencillez casi genial.




Coda & disclaimer.

Desgraciadamente, el material publicado por Eclipse es practicamente inencontrable a día de hoy, debido a la quiebra de la compañía y a que una inundación destruyó gran parte los ejemplares de su catálogo. Tenemos suerte de poder ver estas tarjetas escaneadas y subidas a un rincón de la World Wide Web.

Para bien y/o para mal, el ejemplo de Eclipse ha cundido, y existen varias colecciones de tarjetas online y offline. Algunas, como ésta, dedicada a la política exterior reciente del gobierno Bush son realmente sarcásticas. En es misma página hay enlaces a colecciones con tan mala leche como esta de líderes rusos; esta otra, ya agotada, de amiguetes de Bush, o esta última (click en la imagen), que va de escándalos financieros, y que hace muy buen uso de las interrelaciones entre tarjetas y de sus categorías. Por otra parte, también se hace uso de este tipo de tarjetas para promocionar la guerra en Afganistán o, en su día, en el Golfo Pérsico. A esto me refiería con "para mal", por si no estaba claro. En cualquier caso, la brillante idea de Catherine Yronwode y Eclipse Comics ha sido lanzada al mundo, y todavía tiene un enorme potencial que desarrollar. Mientras tanto, disfrutemos de las estupendas ilustraciones de Sienkiwicz, y mantengamos los ojos abiertos. Cualquiera se fía a estas alturas de los Campeones de la Libertad...

'DISCLAIMER'
Las imágenes empleadas y los textos citados son propiedad de sus respectivos autores. Se muestran aquí únicamente con ánimo informativo. Las traducciones son mías, asumo cualquier error cometido y estoy abierto a sugerencias. Al fin y al cabo, no soy profesional del asunto.

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3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Ya tuve oportunidad de verme Heavy Metal Parking Lot. Grande!! En algun lado debí de haber visto antes alguna referencia o parodia de ese hito de la oratoria anglosajona: "Heavy metal rules! Heavy metal rules... All that punk shit sucks... Heavy metal rules".

Porque aún no tengo ninguna asignatura de análisis del discurso, que si no hacía un trabajo voluntario al respecto.

Saludetes y nya ^^

(p.d. Y el chaval se me parece muchisimo a Glenn Danzig, oye...)

7:24 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Muy bueno el post. No tenía ni idea de este ataque al gobierno de los EEUU. Creo que me va a dar por empezar a coleccionar Trading Cards de esas.

P.D: Por cierto, lo de los "cromos" de la Guerra del Golfo salían en la película "Garden State". Que tiene una banda sonora que me gusta bastante, ya que estamos.

12:05 a. m.  
Blogger Gafrikipasta said...

f4ng: Como comprenderás, no puedo escribir un artículo cualquiera sobre semejante maravilla de la antropología ochentera. De ahí que se prolongue indefinidamente. Pero algún día lo haré.

howlett: Me alegro de que te haya gustado. No he visto esa película, pero me suena haber oído hablar muy bien de ella. Todo será buscarla...

6:34 p. m.  

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