Haciendo el Gonzo en la Seminci 2008 - 00 - Entradilla

"Gonzo reportero", que no "reportero gonzo".

Vuelve Gafrikipasta!!

Dos años después, y sin que nadie lo echara de menos, Gafrikipasta vuelve con un especial que (probablemente no) hará historia. Bienvenidos a "Haciendo el Gonzo en la Seminci 2008", una serie de crónicas planteadas como homenaje a Hunter S. Thompson y que el autor (de aquí en adelante "el menda", "aquí el colega" o vaya usted a saber) espera humildemente que no se convierta en un insulto a la memoria del homenajeado.

El procedimiento a seguir es muy simple: como el menda está acreditado únicamente para la sección Tiempo de Historia (mil gracias, DJ, el mejor relaciones públicas de la Valladolid, ciudad sin ley), cubrirá el expediente comentando las películas de dicha sección que pueda ir a ver más o menos según las recuerde y luego pasará a hablar de las juergas que se ha corrido, los canapés que se ha papeado by the face, los rones que se ha metido entre pecho y espalda (la verdad es que el whiskey me gusta más y me suena más gonzo, pero lo del ron tiene su motivo), lo resacoso que se ha levantado, lo dormido que estaba esa mañana en clase de cálculo en variable compleja, etc, etc. Todo esto preferiblemente escrito en el calor del momento, azufrado, medio dormido y de madrugada.

Y esa es la idea, apreciados lectores (¡JA!), que Gafrikipasta pone en marcha con gran riesgo para la salud de su hígado y arriesgándose a perder el ya escaso respeto que aún le tenían algunos de sus congéneres. Para ir abriendo boca, una microcrónica de hoy.


23 de octubre - Día de calentamiento:

Para ir cogiendo impulso, desde la Seminci proponen un día dedicado a Buñuel, lo cual aquí al menda le parece estupendo. Mejor aún si nos ponen un documental tan potito y tan tierno como El último guión. Buñuel en la memoria, que sigue a uno de los hijos de Don Luis y a uno de sus guionistas fetiche en un recorrido por los lugares de la vida del cineasta y un montón de anécdotas que le dan dimensión humana. Pero que mucha dimensión humana. Un grande, vamos.

Ahora a lo interesante: los canapés estupendos, aunque no fueron muchos. Eso sí, pusieron un plato de cuchara, algo bastante más transgresor por lo anti-snob del asunto que un huevo crudo en un vaso. Dicho esto, me declaro fan absoluto del pulpo a feira deconstruído. El vinillo blanco muy rico.

Luego café en el Harlem con los habituales (habrá ocasión de presentároslos en estas crónicas) y a ver la exposición sobre Buñuel. El catálogo es bien majo y los comentarios anecdótico-biográficos a cada foto son cojonudérrimos como poco. Luego los tambores de Calanda (impresionantes) y un melocotón de regalo que aquí al menda y al colega DJ no les duró ni diez minutos. Ahora me voy a poner la lavadora y a verme el capítulo de Fringe, que a las 11 tenemos planes para arrasar con la ronería de Cacique (¿pun intended?) y puede que tenga que actualizar con fotos y uno o dos parrafillos verdaderamente gonzo.

Que ustedes lo pasen bien.